Proteger el sistema de riego contra las heladas invernales

La integridad de un sistema de riego puede verse comprometida por el invierno. Las heladas pueden provocar daños como roturas en las tuberías, fallos en las válvulas y problemas en las bombas. Un mantenimiento estacional específico puede proteger los componentes, garantizando eficiencia y durabilidad a largo plazo.
En este artículo te ofrecemos indicaciones sobre cómo gestionar el riego en invierno sin sorpresas.

Inspección preliminar del sistema

Antes de que llegue el frío intenso, es importante inspeccionar el sistema: verifica posibles fugas, daños o piezas desgastadas. Comprobar la integridad de las tuberías y conexiones permite intervenir a tiempo, reduciendo el riesgo de roturas durante el invierno.
En esta fase también es útil documentar el estado del sistema, anotando los componentes que deben sustituirse o repararse. Revisar filtros y conexiones evita bloqueos o fallos cuando el sistema se reactive en primavera.

Vaciado y protección de los componentes

Las tuberías y válvulas deben vaciarse del agua residual para evitar que el hielo provoque grietas. Se recomienda retirar o proteger los componentes más delicados, como bombas y unidades de control, con materiales aislantes o cubiertas adecuadas para la temporada.
Para una guía sobre cómo cerrar correctamente el sistema antes del invierno, puedes leer este artículo con todas las instrucciones.

Mantenimiento ordinario

Incluso en invierno, el sistema requiere controles periódicos. Asegúrate de que las válvulas funcionen correctamente y que no haya acumulación de residuos en los filtros. Revisa regularmente las bombas, asegurándote de que no haya fugas ni signos de desgaste, y verifica el estado de los programadores automáticos.
Un mantenimiento constante reduce el riesgo de fallos y prolonga la vida útil del sistema, evitando intervenciones urgentes y costosas cuando las temperaturas vuelvan a ser suaves.

Errores comunes que evitar

Evita dejar agua estancada en las tuberías, descuidar la protección de las bombas o posponer las revisiones estacionales. El agua residual puede congelarse, expandirse y provocar grietas y roturas en las tuberías, daños en las electroválvulas y fallos en las bombas.
No subestimes la necesidad de aislar los componentes expuestos a la intemperie, como tuberías superficiales, unidades de control y conexiones, utilizando materiales aislantes o cubiertas adecuadas.
Revisa y, si es necesario, sustituye las baterías de las unidades de control de grifo y verifica que los programadores automáticos funcionen correctamente.
Incluso los pequeños detalles pueden marcar la diferencia. Ignorarlos puede causar daños costosos y reducir significativamente la eficiencia del riego en primavera, provocando intervenciones urgentes y sustituciones prematuras de componentes.

Quienes trabajan en el sector del riego saben lo importante que es preparar los sistemas para afrontar el frío.

Con estas precauciones, el mantenimiento se convierte en una tarea sencilla que protege cada componente y garantiza un invierno sin problemas.

Leyendo nuestro blog puedes encontrar muchos más consejos sobre riego.