Presión de riego: cómo conseguir un sistema perfecto

Cuando se habla de presión de riego, el equilibrio lo es todo. La presión y el caudal son los dos elementos clave que determinan si su sistema funciona de manera óptima o no. Comprender cómo medirlos y ajustarlos correctamente es el primer paso para un riego preciso, eficiente y sin desperdicios.

Presión y caudal en el riego: qué son y cómo se relacionan

La presión es la fuerza con la que se impulsa el agua dentro del sistema, mientras que el caudal indica la cantidad de agua que fluye en un tiempo determinado (normalmente litros por minuto).
Si la presión es demasiado baja, el agua no llega a todos los puntos del sistema; si es demasiado alta, puede provocar desperdicios o daños en los componentes.

Un sistema bien equilibrado encuentra su ritmo perfecto: la presión adecuada y el caudal ideal hacen que cada aspersor distribuya el agua de manera uniforme y sin desperdicios.

Cómo medir la presión y el caudal en el riego

Para conocer los valores reales de su sistema, es decir, cómo se comportan la presión y el caudal, se necesitan dos instrumentos sencillos pero indispensables:

• Manómetro, para medir la presión del agua.
• Cubo y cronómetro, para estimar el caudal: basta con llenar un recipiente graduado y calcular cuántos litros por minuto suministra el punto de agua.

Estos datos le ayudan a ver si el sistema funciona bien o si es necesario ajustarlo.

¿Qué ocurre si la presión del sistema de riego es incorrecta?

Una presión excesiva puede provocar salpicaduras irregulares, fugas e incluso daños en las electroválvulas o los racores.
Por el contrario, una presión insuficiente provoca una distribución irregular: algunas zonas reciben demasiada agua, mientras que otras permanecen secas.

Ambas situaciones reducen la eficiencia del sistema y aumentan el consumo de agua, por lo que es fundamental mantener los valores dentro del rango recomendado para los diferentes tipos de aspersores.

Cómo regular y equilibrar el sistema de riego

Existen diferentes herramientas y soluciones para gestionar de forma óptima la presión de riego:

• Reductores de presión: ideales para estabilizar el caudal y proteger el sistema.
• Centralitas específicas: como la Zero Pressure, diseñadas para poder suministrar agua incluso con valores mínimos de caudal y presión.
• Sistemas de control y programación: permiten dividir el sistema en zonas, adaptando la presión y el caudal.

Combinando estas herramientas, se obtiene un sistema equilibrado y eficaz, con un riego uniforme y un ahorro de agua.

Un sistema de riego eficiente comienza con la presión adecuada

Cuidar la presión de riego es como dar nueva energía a su sistema: lo mantiene en forma, eficiente y listo para dar siempre lo mejor de sí mismo. Basta con unos pocos controles periódicos para evitar averías y garantizar un rendimiento óptimo, temporada tras temporada.

¡Lleva tu riego a un nuevo nivel con las herramientas adecuadas para equilibrar tu sistema!